Dormir es uno de los placeres más grandes que podemos experimentar, más aún cuando nuestros tiempos de descanso suelen ser limitados. Pero ¿sabías que muchos de los dolores que podemos percibir en la espalda, cuello y cadera pueden surgir por las malas posturas que mantenemos durante la noche?
En este artículo te mostraré cómo usar tus almohadas al dormir, adoptando las mejores posturas para tu bienestar.
Todas las personas tienen su postura preferida para dormir. Algunas se sienten más cómodas al dormir de lado, otras boca arriba, otras boca abajo, otras con grandes almohadas y otras con almohadas pequeñas. Sin embargo, es importante conocer cuál es la postura correcta y cuál es el uso adecuado de las almohadas para cuidar nuestra salud. A continuación, mencionaré algunas recomendaciones para usar nuestras almohadas en diferentes posturas, que mantendrán alineado y saludable nuestro cuerpo:
1. Almohada para la cabeza: La almohada que usamos para apoyar nuestra cabeza durante el sueño debe quedar debajo nuestra cabeza y cuello y no bajo nuestros hombros. Además, debe contar con dos condiciones: que sea firme y con un grosor adecuado. Al hablar de almohada firme me refiero a que no se hunda al recostar sobre esta nuestra cabeza, además el grosor de esta almohada debe ser proporcional a nuestro cuerpo, por ejemplo, la almohada que debe usar un niño pequeño, debe ser más angosta que la almohada que usaría un adulto. Lo ideal es usar una almohada de cabecera que alinee las vértebras cervicales (huesos de la zona del cuello) con nuestra cabeza. Si por ejemplo usamos una almohada con un grosor muy grande, nuestro cuello formaría una curvatura hacia arriba tensando nuestros músculos. Por otro lado, el usar una almohada con un grosor muy pequeño, así como omitir el uso de la almohada, provoca que nuestro cuello forme una curvatura hacia abajo, lo cual también produce tensión muscular.
2. Almohadas en otras partes del cuerpo:
Al dormir de lado: en esta posición debemos colocar una almohada grande en medio de nuestras rodillas, esto con el fin de que nuestra cadera y columna se alineen con el resto de nuestro cuerpo; de no ser así, nuestra cadera desciende dando lugar a la aparición de dolores y desequilibrios musculares y posturales en nuestro cuerpo.
Al dormir boca arriba: debemos colocar una almohada grande detrás de nuestras rodillas, esto hará que nuestros glúteos y la parte baja de la espalda hagan un mejor contacto con la cama, logrando una estabilidad correcta con el resto de la espalda.
Al dormir boca abajo: cuando dormimos boca abajo necesitamos colocar una almohada pequeña debajo de nuestro abdomen, ya que de no hacerlo nuestra espalda baja (zona lumbar) sufrirá un hundimiento pronunciado que genera dolor con el paso del tiempo. Otro aspecto a tomar en cuenta al dormir en esta posición es el cuidado que se debe tener con nuestro cuello, lo mejor será girarlo durante la noche para que no se sobrecarguen los músculos de esta zona.
En conclusión, para dormir adecuadamente y evitar o disminuir la aparición de dolores en nuestro cuerpo será necesario tener en nuestra habitación dos almohadas y utilizarlas correctamente tanto a nivel de nuestra cabeza y en las zonas de nuestro cuerpo que lo ameriten, según la posición que escojamos al dormir.
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